Qué es la triangulación amorosa (y por qué puede ser extremadamente peligrosa)

La triangulación amorosa surge cuando una pareja emocional o sexualmente incluye a otra persona en la relación.

Es una forma de manipulación, que muchas veces se pasa por alto en las dinámicas relacionales.

Un ejemplo en la ficción es la relación entre Kate, Edwina y Anthony en *Bridgerton*.

La triangulación no siempre implica contacto físico, sino que busca atención y validación de una tercera persona.

Este fenómeno también puede aparecer en sistemas familiares o amistosos, no sólo en parejas.

En una triangulación, una persona desvía su afecto o atención hacia alguien fuera de la relación principal.

Silencios, excusas y frialdad pueden ser señales de que una persona ha sido desplazada emocionalmente.

La triangulación puede ocurrir incluso sin intención, cuando uno busca consuelo en otra persona.

A veces, la triangulación es consciente, siendo una táctica manipuladora, especialmente en personas narcisistas.

Sin embargo, no siempre hay una intención perversa detrás; muchas veces refleja una mala gestión emocional.

Los roles dentro de la triangulación no son fijos; las personas pueden alternar entre víctima y manipulador.

Este fenómeno también puede implicar amistades compartidas, donde un amigo se convierte en parte del triángulo.

Es importante no etiquetar a las personas en estos roles, pues las dinámicas cambian constantemente.

Las consecuencias psicológicas de ser triangulado pueden ser devastadoras, generando desconfianza y toxicidad.

Cuando una persona sospecha de triangulación pero no tiene pruebas, sufre aún más estrés y ansiedad.

Los efectos pueden incluir inseguridades, problemas de salud mental y conflictos intensificados dentro de la relación.

Las personas con rasgos narcisistas suelen utilizar la triangulación para evitar la soledad, manteniendo vínculos externos.

Al final, la triangulación crea un espacio inseguro y destructivo, afectando profundamente a quienes la experimentan.