La terapia hormonal con pellets busca aliviar los efectos de la disminución hormonal. Estos efectos incluyen la pérdida de deseo sexual, cambios en el estado de ánimo, y aumento de peso. A medida que envejecemos, el cuerpo experimenta transformaciones internas y externas. Uno de estos cambios es la reducción progresiva de los niveles hormonales, que afecta tanto a mujeres como a hombres.

El pellet hormonal, conocido también como «el chip de la juventud», es un pequeño implante del tamaño de un grano de arroz. Se coloca bajo la piel, en áreas con tejido adiposo como la cintura o el glúteo. Está hecho de hormonas bioidénticas de origen vegetal, que se liberan lentamente en el torrente sanguíneo.

Este implante ayuda a restaurar los niveles hormonales desequilibrados, mejorando los síntomas que causa su falta. El procedimiento es ambulatorio, con una incisión mínima de 0,4 milímetros y anestesia local. Los efectos del pellet duran aproximadamente seis meses, aunque esto puede variar. Después de este período, el especialista evaluará si es necesario colocar otro implante.

La terapia hormonal con pellets es especialmente conocida por su uso en la menopausia. Durante esta etapa, que suele comenzar entre los 40 y 45 años, las mujeres experimentan una caída drástica de estrógenos. Esto afecta el descanso, la energía y la concentración.

Para los hombres, la reducción hormonal comienza alrededor de los 30 años, con una disminución notable de testosterona entre los 40 y 55 años. Esto puede llevar a pérdida de libido, estados de ánimo decaídos, disminución de masa muscular y aumento de peso.

El pellet hormonal mejora la calidad de vida y bienestar en ambos casos. Entre los beneficios están:

• Recuperación del deseo sexual.
• Reducción de cambios de ánimo, irritación, nerviosismo y depresión.
• Mantenimiento del tono físico y muscular, ayudando a reducir grasa corporal.
• Mejora de la memoria y la calidad de la piel, ralentizando el envejecimiento cutáneo.

Los efectos secundarios del pellet hormonal son poco comunes. Las hormonas usadas son bioidénticas, similares a las que produce el cuerpo de forma natural. En mujeres, puede haber dolor temporal en los pechos tras la implantación, que generalmente dura menos de 10 días. En hombres, podría haber una ligera disminución en la producción de esperma o masa testicular. Estos efectos son más frecuentes con hormonas sintéticas.